«¡Objetivo las dragon balls! ¡El súper plan de la banda de Pilaf!» es un capítulo que introduce en la trama de la nueva serie a Pilaf y sus subordinados así como la obsesión de este por conseguir las dragon balls para pedirle un deseo a Shenron. Mientras tanto, Son Goku y Vegeta continúan su entrenamiento y los invitados al cumpleaños de Bulma en el crucero de lujo Princess Bulma continúan disfrutando de un día de ocio, relax y comida en abundancia. Toda esta paz parece que será efímera, ya que el dios Beerus está a punto de aterrizar en el planeta de Kaiō para descubrir si Goku es el Super Saiyan God a la vez que en el barco de Bulma se infiltran Pilaf, Mai y Shū buscando las esferas mágicas.
Este episodio está centrado en Pilaf y sus subalternos a través del patetismo cómico que caracteriza a este trío de villanos. Ellos están buscando un tesoro en un islote por el que casualmente pasa el barco de Bulma. Emulando los acontecimientos de Dragon Ball Z: Battle of Gods, Trunks le enseña a Son Goten los premios del Bingo entre los que se hallan las bolas de dragón que están guardadas en una cámara acorazada que el hijo de Vegeta sabe perfectamente como abrir. Al abrir la compuerta que encierra estos objetos mágicos, el radar del dragón que posee Pilaf se activa indicándole que las siete bolas están reunidas en la gigantesca embarcación que se aproxima a su posición. Es su día de suerte. Le ordena a Mai y Shū que suban a su barca para alcanzar el vehículo marítimo donde se hallan las dragon balls que tanto desea y que nunca puede obtener. El humor de la aventura de estos tres malvados inofensivos impregna cada situación que superan para lograr su meta. El hambre, el hundimiento de su barca, la persecución de un tiburón y el rescate de estos tres personajes por parte de Trunks y Goten está tejido con hilos graciosos al puro estilo Toriyama.
Las gracias de la banda de Pilaf se contrarrestan con la seriedad que profesa la inminente llegada de Beerus al planeta de Kaiō quien le explica a Goku que en el universo existen dioses que crean vida y otros que la aniquilan como el Dios de la Destrucción Beerus que se perfila como un ser caprichoso y terriblemente fuerte. Ante tal noticia, el saiyan criado en la Tierra está emocionado ante la llegada de un individuo tan formidable como Beerus aunque Kaiō teme los problemas que pueda causar la ingenuidad de su discípulo. Su entrenamiento ha terminado. Por su parte, Vegeta concluye el suyo al recibir una llamada de su mujer quien le ordena que asista a su fiesta de cumpleaños. Al escuchar el tono irritado de Bulma, Vegeta se muestra molesto.
En definitiva, «¡Objetivo las dragon balls! ¡El súper plan de la banda de Pilaf!» parece ser el preámbulo al primer combate serio de Dragon Ball Super que enfrentará al Dios de la Destrucción Beerus contra Son Goku en el planeta de Kaiō. En el episodio de la semana que viene «¡Batalla decisiva en el planeta de Kaiō! Goku vs. el Dios de la Destrucción Beerus» dará comienzo el primer asalto entre los dos luchadores. ¿Será tan breve como en Dragon Ball Z: Battle of Gods o se basará más en el segundo capítulo del manga de Dragon Ball Super? ¡La respuesta a estas cuestiones y a muchas más las sabremos en siete días!
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