Dragon Ball Super cumple un año hoy, 5 de julio de 2016, ya que se estrenó en Japón el pasado año. Esta serie de anime se emitió por televisión después de Dragon Ball Kai (2009 – 2011, 2014 – 2015) y es la primera que contiene trama nueva tras la amada y criticada Dragon Ball GT (1996 – 1997). Asimismo, la gran noticia sobre este nuevo serial televisivo de la obra estrella de Akira Toriyama fue que él mismo participaría activamente en el desarrollo de Dragon Ball Super, lo cual contentó a muchos fans. El estreno del nuevo anime de Dragon Ball llegaba cargado de ilusión por parte de todos los seguidores de la franquicia nipona a la vez que algunos albergaban dudas sobre si se repetiría el fiasco que, según algunos, supuso GT. De todos modos, tanto unos como otros verían el episodio piloto de la nueva serie para saber a qué atenerse.
Hoy, un año después, han sucedido varios acontecimientos remarcables dentro y fuera de la trama de la nueva serie que han despertado amores y odios entre los fans. A continuación, los desgrano. Hasta la fecha, Dragon Ball Super consta de cuatro arcos argumentales con una duración aproximada de catorce episodios cada uno más algún capítulo de intermedio que sigue la tónica de los rellenos de Toei Animation. Las cuatro sagas son: Kami to Kami (1 – 14), Fukkatsu no F (15 – 27), Universo 6 (28 – 46) y Mirai Trunks (47 – en curso). Las dos primeras, como su nombre indican, son una reescritura de los films de Dragon Ball Z de título homónimo que sirvieron para revivir una franquicia que se ha mantenido a flote a base de videojuegos, Kai y algún que otro OVA desde el final de GT.
Por ello, la nueva serie, probablemente como experimento, dio sus primeros pasos volviendo a contar el argumento de las dos películas mencionadas a las cuales se les han añadido escenas adicionales con el fin de que no se parezca tanto la versión de la pequeña pantalla a la de las salas de cine. El resultado ha gustado y aburrido a los fans por partes iguales, ya que, en parte, era innecesario empezar Dragon Ball Super tomando como base un material ya existente. No obstante, esto ha servido para que la serie muestre sus luces y sombras que han llamado la atención a todo el mundo. Respecto a las primeras, es un gran acierto rescatar el humor característico de Toriyama porque este era uno de los grandes alicientes de la obra original a la vez que lo combinan con escenas de lucha. Risa y acción van de la mano desde el primer episodio del nuevo anime, lo cual es de agradecer. Junto a estos dos rasgos se recalca el valor de la amistad y la importancia de la familia ya desde el capítulo primero hasta día de hoy, siendo este un gran atractivo para el público más joven al que va dirigido sin que esto haga que los fans de siempre lo vean como algo negativo y decidan dejar de ver la serie.
En cuanto a las segundas, estas han sido denunciadas, criticadas, apaleadas y desmembradas por el fandom mundial que, con mirada microscópica, ha resaltado todos los defectos posibles que Dragon Ball Super pueda tener. El caso más llamativo fue la calidad de la animación del episodio 5 que, debido a las quejas recibidas, tuvo que ser mejorada para la comercialización en Blu-Ray de esta ficción televisiva. Es cierto que este capítulo no fue el más agraciado en cuánto a secuencias de animación, pero también es verdad que no es la primera vez que sucede un hecho similar en algún anime, puesto que siempre hay algún matiz que, en mayor o menor medida, disgusta. Por suerte, los japoneses entendieron el mensaje y, poco a poco, se están esforzando en que esto no vuelva a suceder jamás. En ocasiones, la calidad de los trazados de los dibujos de los personajes está por encima de la media que ofrece esta serie y, a veces, por debajo. Aún así, no ha vuelto a haber un capítulo 5.
Hay otro punto de distorsión en Dragon Ball Super que se centra en el tono infantiloide de la serie como las supuestas humillaciones a Vegeta, el bajo nivel de inteligencia que muestra Son Goku a veces, el rol de bufón que toma Krilin o la ausencia de sangre hasta el episodio 38, lo cual, siendo fan de la franquicia de Dragon Ball, es alarmante, debido a que si en las anteriores entregas de anime borbotaba este líquido rojo en cada pelea, recuérdese la cornada de Freezer a Krilin como ejemplo ilustrativo, la omisión de ella en tantos capítulos genera incoherencias como que si a un personaje lo atraviesan con un rayo de energía, este no presente ni un tímido moratón.
Dejando a un lado estas disquisiciones, es positivo que se hayan generado dos sagas totalmente nuevas que son fruto del trabajo conjunto de Toriyama con su discípulo Toyotaro. El arco argumental del Universo 6, a pesar de usar el comodín del torneo de artes marciales, amplió considerablemente el Dragon World con la incorporación de la existencia de doce universos gobernados por un ser diminuto y todopoderoso llamado Zenno. Estos doce reinos, a su vez, poseen un gemelo como es el caso del sexto y el séptimo universo. Durante estos episodios se pueden presenciar combates interesantes, breves y que no dependen siempre de la fuerza física aunque también se incluye alguno decepcionante. Sin embargo, en líneas generales esta saga muestra a tipos increíblemente fuertes contra los que Goku y sus amigos pelean así como se aprovecha la ocasión para presentar las super dragon balls y, una vez invocadas, la estelar aparición del dragón colosal Super Shenron.
Tras esto, se pueden visualizar tres capítulos que sirven de intermedio para el arco argumental más serio de la serie hasta la fecha. El de Mirai Trunks. Se desconoce hacia donde irá esta saga y si, gracias a ella, Dragon Ball Super madurará para alejarse, poco a poco, del tono infantil que se aprecia en según qué escenas. A pesar de que se haya asentado este tono en la serie, esto no significa que haya que perder la esperanza con la serie porque Toriyama ha declarado en varias ocasiones que se involucrará más en la concepción de la misma, lo cual tendrá consecuencias imprevistas a la vez que el maestro tiene la intención de que Toyotaro tenga más poder de decisión.
En definitiva, Dragon Ball Super en su primer año de vida se ha mostrado como una propuesta nueva, llena de polémica, con valores como la familia y la amistad impregnados en la esencia de la serie y con un nivel de animación que, por razones desconocidas, ha levantado amores y odios a partes iguales. En mi opinión, es pronto para creer que este nuevo anime de la obra estrella de Akira Toriyama no es digna de la franquicia de la que forma parte. Por ello, creo que, a pesar de todo, este relato televisivo aún puede crecer desde hoy hasta el día en que finalice.


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