Termina el capítulo 98 y los últimos participantes del universo 9 caen de la arena de combate: los Zennoh juegan a borrar la existencia del universo perdedor. Mientras tanto, el ángel Mojito y el Daishinkan nos regalan dos sonrisas para despedir al universo. Una secuencia en la que la frialdad con la que todo transcurre se hace presente siendo hasta aterradora y cruel. Después de esto, mucha gente se ha apresurado en ver a los ángeles y al Daishinkan como los próximos antagonistas de Ûchu Survival. No son pocos los fanarts dudosos y los vídeos análisis YouTube con voz de Loquendo que han querido convencernos de ello, pero no vayamos tan rápido y analicemos todo con calma.
Hasta ahora en el torneo y en Dragon Ball Super en general, la carga de dramatismo era muy leve. Es cierto que el arco de Trunks del futuro fue algo más oscuro, pero el impacto emocional no estaba a la altura de las capacidades que tenía el arco argumental: la desaparición del universo de Trunks fue un mal menor cuyo impacto solo se notó durante el breve momento en el que el hijo de Vegeta vio a su mentor reflejado en el Gohan del presente, uno de los momentos más emotivos de la saga. En el arco del Chikara no Taikai desde el momento en el fuimos informado de que los universos derrotados serían destruidos pocos personajes han demostrado su preocupación, incluso la actitud de la mayoría nos dejó con la duda de la existencia de algún perdón divino, pero con el final del capítulo 98 hemos podido confirmar que los perdedores serán aniquilados sin ningún tipo de piedad.

Tras lo visto ¿podemos decir que los Zennoh, el Daishinkan y Mojito son malos? Pues no, entonces ¿podemos decir que son buenos? Tampoco. En el caso de los dos primeros estamos ante personajes que son capaces de destruir universos mientras juegan al ajedrez, siendo figuras no relevantes y para quienes la vida carece de valor: como si alguien nos llamara monstruo por pisar una hormiga al caminar. Los ángeles y Zennoh son eres que llevan viviendo desde hace miles de años y a escala cósmica no pueden tener el mismo concepto de la vida que nosotros. Ellos son simplemente neutros, destruyen y crean buscando el mayor equilibrio global sin detenerse en individualidades y la justicia recae en el universo, no en las personas. No es casualidad que el primer universo en desaparecer fuera el 9: ya habían informado de que se trataba del universo con el nivel de vida más bajo. Seguro que dentro de ese universo podríamos encontrar a personas maravillosas pero la gran mayoría eran traidores, asesinos y ladrones. El propio Kaioshin del universo 4 es un ser a años luz de ser bondadoso y su Hakaishin no cumplía con las expectativas que se esperan de él, lo cual se demostró cuando Rou le hizo ver que Freezer era mucho más apto para ser un dios de la destrucción que él. Un dúo muy deficiente que lideraba un universo a su imagen y semejanza.

Y ya sé lo que me vais a decir: ¡las sonrisas! ¿Qué hacemos con esas sonrisas de malos? Pues nada tampoco, y si nos damos un paseo por su descripción oficial en la web de la Toei Animation podemos ver que ya nos habían indicado que el ángel no era afín a su universo ni a los dioses que lo controlaban. De ahí su sonrisa al poder librarse al fin de estos dos cafres sin pena alguna ya que, como explicaba antes, un ángel no puede tener el mismo concepto de vida y muerte que un mortal, eso en cuanto al ángel Mojito. Y antes de seguir, solo pediros que recordéis la primera aparición de Shin en Dragon Ball Z, también lucía una sonrisa que inspiraba poca confianza y más de uno pensó que se trataba de un villano.

Sigamos, ahora vamos a intentar analizar la actitud del Daishinkan. Es imposible predecir a ciencia cierta cuál es el motivo que le ha llevado a sonreír y lanzarle esa mirada desafiante a Goku, así que en teoría podríamos decir que reúne todas las papeletas para ser el malo, pero vamos a utilizar un poco de lógica narrativa. La propia base del shonen es tener un protagonista que va, a base de esfuerzos y sacrificios, superando todas las adversidades y enemigos que se crucen por su camino y haciéndose así cada vez más fuerte, ya que sus rivales también serán cada vez más poderosos. En el caso de Goku no podemos decir que esté a un nivel tan siquiera cercano del Daishinkan, aún le quedan personajes que sobrepasar como Beerus o Whis, del que sigue muy muy lejos y ni que decir entonces en comparación al Daishinkan, del que Whis dijo ser incapaz de rivalizar. Lo que quiero decir con esto es que aún hay varias personas con las que Goku debe medirse antes de pretender vérselas con con el padre de todos los ángeles. Por lo tanto si bien no se puede descartar al 100% la teoría en la que sus sonrisas sean una prueba de sus malignas intenciones, si que hemos podido analizar que por lógica narrativa es algo muy poco probable. No nos queda más que esperar a ver como transcurre la serie y sobre todo no dejarse llevar por las primeras impresiones, ya se sabe, las apariencias engañan…



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